sábado, 7 de agosto de 2010

Boquete: entre la agricultura y el desarrollo urbanístico


Por: Marielisa Serracín P.


Las tierras altas del distrito de Boquete en la provincia de Chiriquí, cuyo paisaje que otrora se destacaba por el verdor de sus campos con sembradíos de hortalizas, vegetales, café y otros cultivos, hoy se ve reemplazado por la visión de hectáreas de tierra, donde grandes y costosos proyectos residenciales y turísticos fueron levantados con el fin de atraer a compradores extranjeros.

La belleza escénica de estas tierras y el agradable clima, son las principales razones que motivan a propios y extraños a tomar la decisión de residir en el lugar.

Edwin Quiel, es agricultor hace más de 20 años, él afirma que este distrito se ha destacado por ser una región altamente productiva desde su fundación (en 1911), pues este aporta unos 50 millones de dólares anuales a la economía nacional; pero a pesar a ello, las zonas agropecuaria por excelencia han quedado relegadas dando paso al desarrollo urbanístico que trajo consigo el turismo.

Parcelas a cambio de imponentes construcciones
Las prodigiosas tierras boqueteñas, hoy por hoy, tienen un gran valor; por lo que desde hace algunos años las plantaciones o parcelas de distintos productos, quedaron atrás, dando paso a la proliferación de residenciales que tuvo su mayor auge en el año 2003.

Entre el 2000 y hasta el 2009 el Ministerio de la Vivienda aprobó los planos de 70 proyectos de este tipo, reveló el Arquitecto Jorge Barroso del Departamento de Desarrollo Urbano de esa entidad.

Son muchas las razones que proyectan el sitio como un destino encantador, pero la pregunta obligada es ¿qué motivó a algunos productores a desistir de la actividad y dar paso a la construcción de nuevas infraestructuras?

Manolo Ruíz, primera autoridad del distrito, manifestó que muchos dedicados a las faenas agrícolas ofrecieron sus tierras para obtener dinero y poder subsistir, más otros resolvieron vender parte de su tierra para continuar con la agricultura o abrirse paso en otro negocio.

“Conozco a agricultores cuyo dinero obtenidos por el remate de sus fincas o parte de ellas, invirtieron en la siembra de café que resulta mucho más cotizado en el mercado internacional”, enfatizó.

Agricultores boqueteños son de la opinión que el fenómeno turismo residencial no es la raíz del problema, sino que una serie de situaciones que se estaban presentando en el sector ese tiempo, hacían poco rentable el trabajar las tierras y los productores decidieron vender para solventar sus gastos.

Antonio Carracedo, ex productor de hortalizas, naranjas y café, explicó que los altos costos de producción y la caída del precio del grano y el quintal de naranja fueron las principales causas que lo motivaron a abandonar la agricultura, “para mí no era rentable la actividad.

Señaló que en ese entonces la lata de café estaba a dos dólares, le restaba el dólar que pagaba a los cosechadores, lo que quedaba tenía que usarlo para comprar abono, limpiar la finca; en fin todos los gastos que se registran al producir, indicaban que mi ganancia era nula”.

Guillermo Bell, coincide con Carracedo al señalar que con el alza del petróleo, los costos de insumos se fueron por las nubes y la labor ya era prácticamente insostenible.

En tanto, Leopoldo Castillo, dedicado por más de 20 años al cultivo de café y hortalizas, expone que otra de las razones es que no ha existido un verdadero apoyo de parte del gobierno para promover e incentivar este sector primario de la economía nacional.

El boom inmobiliario no es del todo responsable
La explosión turística que generó que extranjeros y locales adquieran lotes para urbanizar para criterio de Gonzalo Rojas consultor agrícola, nada tiene que ver con el declive del agro en Boquete, pues el 98% de estas zonas no se han vendido. Los verdaderos causantes del problema son la importación de papa, cebolla y otros; la falta de adecuada comercialización, los dilatados precios de producción y la ausencia de financiamiento, investigación y asesoría por parte del gobierno.

Jorge González, corredor de bienes raíces asegura, que no fueron las construcciones las que ocasionaron la baja en el sector agrícola, ya este venía sufriendo los embates por los altos costos, la falta de apoyo gubernamental y otras situaciones que obviamente motivaron al productor a abandonar la labor.

Las autoridades frente al tema
El ex director del Ministerio de Desarrollo Agropecuario para Chiriquí durante la administración de Martín Torrijos, Henry Ledesma, expresó desde que se observó esta dificultad en el agro boqueteño se procuró concienciar a los productores para que no vendieran sus tierras, pero los esfuerzos fueron infructuosos. “Procuramos activar el proyecto de riego de El Salto, edificado por el gobierno de Ernesto Pérez Balladares con el fin de que unos 123 agricultores dedicados a la agroexportación modernizaran sus sistemas de producción”.

Según el actual director del Mida, Denis Miranda, la intención del gobierno de Ricardo Martinelli es brindar mayor capacitación, promoción y fomento al sector agropecuario en toda la provincia. “Somos conscientes de lo difícil que es sostener las tareas del campo, pero paulatinamente estaremos llevando respuestas a este importante sector de la economía panameña”, concluyó el funcionario.

Extrañan sus vivencias pasadas
Hay boqueteños que no están del todo conformes con la nueva corriente que, pese a generar plazas de empleo y aportar a la economía de la región, resta terreno a la producción agrícola. Una de ellas, Evelicia Pitti, quien en los años 50 residió en Bajo Boquete y recuerda a Valle Escondido como una finca con parcelas de lechuga, repollo y tómate.

“Sinceramente me agradaba observar la naturaleza en todo su esplendor y lo bonito que era apreciar hileras de hortalizas y otros cultivos, pero ahora solo vemos bloque y cemento. Para mí el atractivo natural de Boquete se está desvaneciendo y con ello una de las actividades que distinguía a esta región de las demás, la agricultura”, puntualizó.

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